lunes, 7 de noviembre de 2016

El lado del beso. [Episodio 7]


Soy más bonita que Beatriz, ella es gordita, yo no. Yo soy flaquita como mi mamá, mi mamá es la más bonita de todas las mamás y yo soy la más bonita de todas las niñas del colegio. Lo que pasa es que no todos saben eso.

Beatriz tiene los dientes salidos y tiene el pelo demasiado crespo, parece un trapero. Es como el pelo quieto de Berta mi empleada, pero mona. Mi mamá dice que es una cachetona con gracia, pero a mi no me parece, me parece que es una tonta y que se aprovecha de su estatura para mandar.

Cuando salimos al recreo, la gordita Beatriz siempre quiere mandar en el juego, todos los niños le hacen caso. Yo no quiero dejarme mandar por ella pero el problema es que Simón y Santiago siempre le hacen caso. Y yo quiero estar cerca de ellos. Así que me aguanto.

Ella escoge con quién debemos casarnos y va repartiendo los niños y las niñas en esposos y esposas. Ella hace el papel del cura de la iglesia y nos pone a todos en fila india para casarnos, cuando llegamos donde ella, nos dice que saquemos la lengua y nos da una galleta invisible que representa el matrimonio.

A Simón siempre lo escoge para casarse con él. Yo también quiero casarme con él. El problema de Simón es que prefiere jugar fútbol que estar con nosotras. Creo que le aburre eso del matrimonio.

Una vez estuve casada con él durante los dos recreos. Nos subimos al árbol de mango y escogimos las mejores ramas para hacer nuestro hogar. Estuvimos cogidos de la mano casi todo el tiempo. Creo que le gusta que sea su esposa ,que le prepare la comida y le cuente los chismes de la novela.

Ese día la cancha de fútbol estaba llena de charcos y era imposible jugar. Todos los niños vinieron a jugar con nosotras. Oscar es el único que siempre juega con nosotras, es más bajito que casi todas las niñas. Beatriz siempre lo pone de guarda-espaldas o de chofer.

Hoy les dije a mis amigas que mejor jugaran conmigo y no con Beatriz. Todas vinieron, incluido Oscar. Le dije que podía ser mi esposo en vez de ser el chofer de ella y aceptó encantado, aunque es extraño tener un esposo más bajito que uno. Al verse sola, también vino a jugar, pero se quedó atrás y en silencio.

Nos fuimos detrás del gimnasio de primaria donde hay unos pupitres abandonados. Yo tomé el papel de la profesora y empezamos la primera charla sobre los preparativos para el matrimonio colectivo de fin de año. Quería demostrarle a la gordita Beatriz que también podía dirigir el juego y que sabía mucho más que ella sobre el matrimonio.

El tema del día: el lado del beso. Empecé por explicarles que hay tres tipos de besos. Los que se dan en las mejillas, como a los conocidos y amigos, los que se dan en los labios, como a los esposos y novios, y los apasionados, como se ven en la televisión, los que se dan cuando se quiere tener hijos.

Les expliqué que para poder tener hijos, el hombre debe darle tres besos apasionados a la mujer, como se ve en la tele, sacando la lengua. Si quieren tener un niño, el lado del beso debe ser a la derecha, si quieren niña, a la izquierda. Creo que Beatriz no entendió nada por la cara que puso. Retomemos...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario