lunes, 19 de diciembre de 2016

Terapia. [24]


Kathy
Bueno niñas, hoy vamos a jugar a la terapia. Nos sentamos todas en el piso, con las piernas cruzadas, rodilla con rodilla, formando un círculo. Vamos a decir por turnos nuestros nombres y lo que más nos guste de la mamá y el papá de cada uno, y terminamos por decir lo que más nos molesta. Cuando hayamos escuchado a todas las integrantes, decidiremos por votación cuál es el caso que vamos a tratar en la terapia.

Kathy, otra vez
Como veo que varias de ustedes se sienten un poco perdidas, les voy a explicar de qué se trata todo esto. Una terapia es una reunión en grupo de varias personas donde hablan de problemas importantes y de cómo deben hacer para superarlos. Mis padres lo hacen cada quince días. A veces en mi casa, a veces en la casa de sus amigos de terapia. Ponen botellas de alcohol y pasabocas, y se acuestan casi al amanecer.

Kathy, por tercera vez
Yo a veces me escondo y escucho las cosas que hablan. No entiendo todo pero la base son “los problemas” en el hogar. No problemas de tipo “se fundió un bombillo y toca cambiarlo”, o “se acabó la leche y toca ir a comprar”, no. Problemas de pareja y todo eso. Les voy a dar un ejemplo. Cada vez que mi mamá se pone tacones, mi papá hace mala cara, y cada vez que mi papá se pone tenis blancos, mi mamá también hace mala cara. En la terapia de ese fin de semana, hablaron de machismo, intolerancia, respeto, aceptación y muchas más cosas super importantes.

Kathy, sigue
¿Van entendiendo niñas? ¿No es claro este ejemplo? Bueno, empecemos a jugar y vamos aprendiendo de qué se trata. Primero voy a contarles lo que me gusta de mis papás y termino con lo que no me gusta. Lo que más me gusta de mi papá es que me deja jugar mucho tiempo con la tablet, y lo que no me gusta es que siempre pone noticias en la radio del carro. Lo que más me gusta de mi mamá es que me hace pancakes los fines de semana, y lo que no me gusta es que no me deja jugar casi con la tablet. Dale Mariana.

Mariana
Mi papá murió cuando tenía tres años, no me acuerdo casi de nada. Pero puedo hablar de mi padrastro, que es mi papá de ahora. Lo que más me gusta es que siempre juega conmigo cuando está en la casa, lo que menos me gusta es que me sirve muchas verduras cuando hace la comida. Lo que más me gusta de mi mamá es que me deja hacer dibujos en las paredes de la casa, bueno, no en todas, en la de mi cuarto y la biblioteca. Lo que no me gusta es que me obliga a comer las verduras que hace mi papá y no le echa azúcar al jugo.

Paula Andrea
Yo vivo sola con mi mamá, no tengo papá ni padrastro, pero tengo una tía que es como si fuera mi segunda mamá. Lo que más me gusta de mi mamá es que me deja jugar con mis amigas del edificio hasta muy tarde los fines de semana. Lo que menos me gusta es que me obliga a tender la cama y arreglar mi cuarto todos los días por la mañana. Lo que más me gusta de mi tía es que siempre me trae un regalo. Lo que menos me gusta es que siempre pelea con mi mamá y a veces no viene en varios días.  

Camila
Lo que más me gusta de mi papá es que me lleva todos los fines de semana a lugares diferentes para jugar o comprar cosas. Lo que odio es que siempre anda con su novia que es una interesada porque mi papá tiene mucha plata. Lo que más me gusta de mi mamá es que me hace vestidos y disfraces en su máquina de coser, y lo que me molesta es que casi nunca me compra muñecas nuevas porque dice que no le alcanza.

Kathy interrumpe
Muy bien, vamos muy bien en la terapia. Ya te voy a explicar a dónde queremos llegar con todo esto, no te preocupes Mariana. Pero primero hagamos de cuenta que esto es una bebida alcohólica y tomemos un trago para aflojar las tensiones. Porque eso es lo que hacen mis papás y sus amigos en la terapia, toman trago para “soltar” las penas. Mariana, si no quieres jugar no pasa nada, es solo agua. Faltan Soraya y Elizabeth por hablar. Hablen rápido que se nos acaba el recreo, ya va a sonar el timbre. ¡Salud!

(Suena el timbre del recreo)

Kathy
Bien niñas. Seguiremos la terapia en el segundo recreo con Soraya y Elizabeth y después les explico para qué hacemos todo esto y hacia dónde vamos. Hagan por favor una lista con las cosas que dijeron de sus papás y las revisamos ahora. Y recuerden, muy importante: no hablar de esta terapia con nadie, ni con los niños, ni con los profesores y mucho menos con la gordita Beatriz, ya vendrá nuestra oportunidad para hacerla quedar en ridículo. Ya les contaré.


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