lunes, 19 de diciembre de 2016

Hacer el amor. [25]


Mónica, la mamá
Querido diario íntimo, hace tiempo no acaricio tus páginas con mis palabras, he estado muy ocupada. Tengo que desahogar mis pensamientos en tus hojas blancas, no quiero volver a caer en el alcohol. Es domingo, se acaba de ir Luis Fernando, tuvimos una noche de amores maravillosa. ¡La cama quedó destrozada y las sábanas bien saladas! Eso sí, ¡llena de pelos! ¿Cómo pedirle que se rasure un poco? Que se afeite esos sobacos y que se motile esa melena, para nada sexy. ¿Acaso no se da cuenta que la espalda peluda espanta a cualquier mujer? Dios mío dame fuerzas. Buscando sábanas limpias, encontré el diario de mi hija y no pude resistir la tentación de leer algunas páginas.


Maya, la hija
Querido diario, anoche pillé a mi mamá haciendo el amor con el baboso de LF. No sé qué le vé mi mamá a ese tipo, tiene más gracia una partida de ajedrez por radio. El man es bajito, de escaso pelo, y como si fuera poco, tiene los dientes en recreo. Anoche llegó a la casa muy temprano para cenar con nosotras y me trajo un regalo, “El diario de Greg”, se ve interesante, ya empecé a leerlo. Es un lambón. Yo me fui a dormir y ellos se quedaron en la sala escuchando música. Creyeron que estaba dormida, pero me levanté al baño a medianoche y ví que mi mamá tenía la mano entre la cremallera de su pantalón. Se estaban besando.


Mónica, la mamá
No me siento bien leyendo el diario de mi propia hija, pero es más fuerte la curiosidad. Ojalá ella nunca te encuentre porque le daría un paro cardíaco. Al principio habla mucho de sus amigas del colegio y cosas de esas, por la mitad empieza a hablar de su amor “plutónico”, como dice ella, y no tuve tiempo de seguir leyendo. Luis Fernando se fue a su casa a darse un baño y cambiarse la ropa. Nos va a llevar a almorzar, vamos a ir a Dapa. A Maya le gusta ir allá porque hay un restaurante con un columpio de vuelo, y se puede pasar la tarde entera jugando y nos deja un poco tranquilos. Creo que a ella no le agrada Luis Fernando. Es posible que sienta que le está quitando su espacio. Todo ha sido muy rápido desde la separación.


Maya, la hija
Ellos no me vieron pasar, menos mal. Cuando salí del baño, ella estaba agachada. Quise acercarme por curiosidad pero pensé que era mejor no molestarlos, mi mamá se pone histérica cuando la interrumpo en la sala con sus amigos sabiendo que debo estar acostada. “Calladita te ves más bonita”, dice mi abuela. Me hubiera pegado varias veces con la chancla y no me gusta cuando hace eso. Así que me fui a la cama pero no pude dormir. Al cabo de un rato, escuché que le subieron el volumen a la música y se metieron al cuarto. No entiendo por qué tienen que encerrarse en el cuarto para hacer el amor, si pueden besarse toda la noche en la sala.


Mónica, la mamá
Es cierto que Luis Fernando no es un tipo buen mozo, en eso estoy de acuerdo con Maya. Pero tiene una larga justificación y me hace reír mucho, y con eso basta por ahora. No me siento capaz de meter al corazón en todo esto, prefiero que sea así, superficial, por ahora. No quiero caer en el mismo error de la vez pasada, con Carlos Alberto. Mucho cretino. Y más bruta yo por caer en su trampa. Pobre Maya, ella fue la que más sufrió de no volver a verlo, lo quería mucho. Quizá por eso no me ha perdonado y no quiere verme con Luis Fernando. De todas maneras esto es algo superficial, no pasará a ligas mayores. Por ahora, es tiempo de pasarla chévere, no preocuparse. Estuvimos toda la tarde en Dapa y la pasamos muy bien, sobre todo Maya. Se encontró con amiguitas del colegio y no pararon de jugar. Luis Fernando al principio me habló de su trabajo y luego quiso hablarme de su última relación pero lo detuve. Así que empezó a hablar de su mamá y de su hermano, que es ricachón. Bastante aburridos los temas por cierto. Fuera de la cama, creo que no hay mucho por conversar, y eso es un problema.


Maya, la hija
Le pregunté a Kathy si sus papás también se besaban toda la noche en la sala y me dijo que no, que solo se dan besitos en los labios, nunca se besan como en las novelas. Kathy seguramente sabe cómo hacen el amor sus papás, pero no me quiere contar. Solo me dijo que a veces escuchaba a su mamá hacer unos gemidos extraños, pero su papá le explicó que la mamá habla dormida y que es medio sonámbula. No entiendo. Si hacer el amor es besarse durante mucho tiempo, ¿por qué todos hablan de ruidos extraños, gemidos y todo eso? El hermano grande de Kathy sí debe saber eso de “hacer el amor”, pero cuando le pregunté sólo me dijo que una vez se fue a dormir a la casa de los Holguín, y que oyó a la mamá gritando por la noche, como si el papá le estuviera pegando. Tampoco entiendo. ¿Por qué gritan si el amor es felicidad? ¿Por qué no hacen el amor en la sala o en la cocina, como se ve en las novelas? ¿Por qué se tienen que encerrar como si estuvieran haciendo algo malo? ¿Por qué hacerlo a escondidas? Mañana le pregunto a mi mamá y si no me dice, le pregunto a mi papá.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario